Las anécdotas ocurridas en los últimos días me hacen pensar sobre la reacción que tienen algunas personas sobre algún acontecimiento en particular. Popularmente, se dice que en ocasiones nos sacamos el pillo. Es cierto, cuando sabes que cometiste un error o hiciste algo mal, te sacas el pillo con una mentira rápida y sales del paso ante el temor de ser descubierto de tu condoro.
Esta acción, es complementada, es decir, a tu mentira le sumas el hecho de negar tu error, es decir, te lavas las manos como si nada hubiese pasado. Es una lastima ver como tanta gente falta a la verdad y posee cero capacidad de asumir sus actos, sus palabras y sus errores. Tienen nula responsabilidad.
Por eso, cuando aparecen las noticias sobre el caso Tsunami, las personas acusadas también caen en esta actitud, negando su culpa. Lo peor es que sus actos, perjudican a cientos de personas involucradas en sus decisiones.
Es fácil lavarse las manos cuando se comete un error, pero sera imposible lavar las caras de angustia que cada familia tiene y seguirá teniendo, cuando esa falta cometida sea la responsable de la perdida de una vida.
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